Cuando
cometen sus actos de terror, los terroristas suicidas islámicos no creen que
van a morir. Están convencidos que van al cielo donde 72 vírgenes les esperan para servirles. Por cuenta de esta actitud demencial, 2.726
inocentes civiles – 2.103 hombres y 623
mujeres – murieron en el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de
Septiembre del año 2.001. También murieron más de 600 civiles israelíes inocentes
en más de140 actos terroristas suicidas entre los años 2.000 – 2007 (Israel
tuvo que construir un muro de protección para evitar que estos fanáticos
extremistas se colaran en su territorio). Y ahora, miles de Cristianos
indefensos en Siria e Iraq son perseguidos y masacrados por la crueldad y el
salvajismo del Estado Islámico.
Paradójicamente,
el Corán enseña que dar muerte a personas inocentes es un crimen y que el
suicidio es una práctica inaceptable. El profeta Muhammad era modesto y
pacífico. Nunca tomó revancha ante aquellos que lo oprimieron; era amigo del
perdón y del afecto. Adicionalmente, Muhammad defendía los derechos de las
mujeres y fue quien estableció el derecho de propiedad para ellas. Muhammad era
defensor de los huérfanos, los animales y el medio ambiente; era un hombre
piadoso. No por coincidencia el término Islam en árabe significa paz y
subordinación incondicional al Supremo.
A
diferencia de otros textos sagrados, el Corán tiene un componente científico;
el texto describe fenómenos naturales en diversos campos tales como geología,
astrología y embriología. Quizá por esto, en el Islam el conflicto entre la
religión y la ciencia no ha sido tan marcado como en otras religiones. Es
difícil de entender como se cometen crímenes en nombre de una religión que se
distingue por el uso de la inteligencia y la razón. No era de esperar que el
radicalismo islámico se apartara tanto de las enseñanzas pacíficas y tolerantes
de Muhammad.
Es
de destacar que en ciudades de población islámica como Beirut, Damasco, Cairo y
Bagdad florecieron la ciencia y la filosofía. Fueron los árabes quienes
inventaron el algebra y rescataron las ideas Aristotélicas cuando ya el mundo
occidental las había olvidado. Mientras Europa navegaba en aguas oscuras de la
Edad Media, en el oriente próximo el arte y la cultura islámica se
desarrollaban con grandeza. Nos preguntamos, cómo es posible que los terroristas
mas crueles provengan de una región que a mediados el siglo XX era mas
avanzada, culta y progresista que la mayoría de las capitales de Asia?
Primeramente, es equivocado definir al
terrorismo como un fenómeno exclusivamente islámico. El terrorismo es una
actividad muy antigua. Los españoles utilizaron terrorismo contra Napoleón, los
judíos contra los británicos y los argelinos contra los franceses. También los
revolucionarios irlandeses y los separatistas Vascos han utilizado el
terrorismo con fines políticos. En Colombia, las FARC han sido responsables de
más actos terroristas que cualquier otro grupo subversivo del hemisferio.
En
segundo lugar, hay que diferenciar entre islámicos y árabes. El 78% de los
musulmanes no son árabes y viven en países seculares como Indonesia, Pakistán,
Bangladesh, India y Turquía. En estos países hay tolerancia religiosa,
pluralismo político e igualdad de derechos para las mujeres. Allí no se
engendran los terroristas suicidas.
Los
terroristas suicidas se originan fundamentalmente en los países como Arabia
Saudita, Siria e Irán, donde la autoridad es un monopolio, las mujeres son
propiedad de los hombres y no se permite
disentir con el gobierno. Es precisamente esta falta de libertad la que frustra
a los jóvenes y engendra el terrorismo. Extremistas como Bin Laden y la mayoría
de sus secuaces surgen de estos países. Llama poderosamente la atención que no
hay un solo país democrático entre los 22 miembros de la Liga Arabe.
Por
consiguiente, la causa del terrorismo no hay que buscarla en las religiones,
las encontramos en aquellas sociedades donde las libertades son reprimidas,
donde no hay derecho a discrepar. El mundo árabe es un desierto político. Allí
la libertad de prensa no existe y los partidos políticos brillan por su
ausencia. Por esto, la mezquita se convierte en el lugar de discusión política
y el fanatismo religioso el vehículo para expresar oposición y la rabia.
El
terrorismo islámico surge en el mundo árabe fundamentalmente por la ausencia de
instituciones y libertades políticas. De acuerdo a la Estrategia Global de
Naciones Unidas, “los países que producen terroristas son aquellos que se
caracterizan por violación de derechos humanos, discriminación étnica,
intolerancia religiosa, exclusión política y marginalización económica”.
Muy
deseable que el mundo árabe entienda los beneficios del secularismo. Deben
entender que el progreso viene acompañado de tolerancia religiosa, derechos
civiles, igualdad de géneros y buen gobierno. Solo así podremos lograr que la
educación le gane a la ignorancia, la democracia al autoritarismo, la libertad
a la represión, la paz a la guerra, y la civilización a la barbarie.