martes, 24 de marzo de 2009

El Calentamiento Global y los pobres

El Calentamiento Global y los pobres

“La Tierra no le pertenece al hombre; el hombre le pertenece a la Tierra.”

Seattle - Líder Indígena 

            El calentamiento global se define como el incremento de la temperatura promedio de la Tierra. A lo que la Tierra se calienta, fenómenos como huracanes, sequías e inundaciones se hacen más severos y frecuentes. Estos tienden a afectar más a los pobres que a los ricos.

            En los últimos 100 años la temperatura promedio del aire sobre la superficie de la Tierra ha aumentado casi un grado centígrado. El planeta está mas caliente hoy de lo que ha estado en los últimos 1.000 años. Pero lo que más preocupa a los científicos es la velocidad a la que ha venido aumentando la temperatura global. Una razón para este incremento en la velocidad del calentamiento global ha sido el aumento en la población. El número de seres humanos en el mundo se duplicó en los últimos 50 años – de tres mil millones a seis mil millones – lo cual significa mayor demanda de alimentos y fertilizantes. Hay un millón de nuevos habitantes en el mundo cada cuatro días. Esto se traduce en mayor demanda de energía y más emisiones de CO2.

            De acuerdo a la NASA, el 2005 ha sido el año mas caliente desde finales del siglo XVIII, momento en el cual aparecieron instrumentos de medición de calentamiento confiables. El récord anterior era 1998, año en el cual el fenómeno del niño fue muy fuerte.

            El hemisferio norte emite mayor cantidad de gases con impacto invernadero que el hemisferio sur, pero esto no contribuye a diferencia en calentamiento. Los gases invernadero se mantienen suficiente tiempo en la atmósfera para mezclarse  entre los dos hemisferios. Aunque el hemisferio norte es deudor ambiental y el hemisferio sur su acreedor, aún no hay retribución económica directa por esta realidad.

            Los factores ambientales históricamente han tenido un impacto importante en las migraciones y desplazamientos. La gente emigra desde lugares con condiciones de vida difíciles hacia las zonas de mayor seguridad y oportunidades. De acuerdo a la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), el desplazamiento humano, el cambio climático y el deterioro del medio ambiente están inter relacionados. Los fenómenos climáticos ponen en riesgo a la población, la cual se adapta abandonando las tierras. A su vez, el desplazamiento humano tiene un efecto importante en los ecosistemas tanto en las áreas de origen, como de destino.

            El Protocolo de Kyoto ha servido para generar miles de millones de dólares de inversión hacia los países en vías de desarrollo. La recuperación de bosques y tierras agrícolas son algunas de las acciones para mitigar el cambio climático. Los mercados de carbono proporcionan un importante incentivo para reducir emisiones y pasar a tecnologías mas limpias y sostenibles. Además, pueden posibilitar proyectos de compensación en países en vías de desarrollo para reducir la pobreza rural, fortalecer las comunidades agrarias y fomentar el uso sostenible de la tierra.            

            Un desarrollo que aproveche los recursos naturales a través de actividades empresariales podría ayudar a reducir las migraciones. Estas oportunidades incluyen el ecoturismo, como también las actividades de producción y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad nativa bajo criterios de sostenibilidad ambiental; es decir, el biocomercio.

            Mientras el mundo se ocupa de la necesidad de incorporar sostenibilidad social, económica y ambiental en los planes de desarrollo, es importante empezar a reducir las emisiones de gases para evitar consecuencias desastrosas a nivel mundial. Si la actividad humana redujera las emisiones a cero hoy, tomaría no solo décadas, sino siglos para regresar a temperaturas mas bajas. La razón de esto es que la emisiones causan calentamiento en el fondo del mar los cuales seguirían calentando la tierra aún en ausencia de nuevas emisiones de CO2.

            De acuerdo al informe sobre Desarrollo Humano del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) del año 2007, los hombres y mujeres pobres son los más vulnerables al calentamiento global porque viven en situaciones marginales y en áreas propensas a sequías, desertificación, inundación y otros desastres.

            En últimas, se trata de buscar posibilidades de vivir en armonía con la naturaleza, en vez de seguir en una batalla campal contra ella.

jueves, 12 de marzo de 2009

Gestión Pública y Rendición de Cuentas

Gestión Pública y Rendición de Cuentas

            A todos los gobiernos – especialmente cuando comienzan – les gusta iniciar programas y trazarse nuevos objetivos. Sin embargo, las buenas intenciones no garantizan una buena gestión; lo que realmente importa son los resultados alcanzados al final del período. Es decir, lo importante no es hacer promesas, sino cumplirlas.

            Por eso hoy en día los buenos gobiernos implementan lo que se denomina ‘gerencia de desempeño’ o ‘rendición de cuentas’. La rendición de cuentas consiste en definir indicadores de gestión para medir el desempeño y determinar periódicamente si la administración está cumpliendo los objetivos. Todas las agencias u organismos públicos deben incorporar un sistema de rendición de cuentas. Los pasos son los siguientes:

            En primer lugar, todo ente gubernamental debe definir su misión. La misión, es la razón de ser de una organización o empresa. Esta ayuda a alinear al equipo y, en cierta forma, define su éxito. Por ejemplo, la misión de una Secretaría de Educación puede ser “preparar integralmente a todos los niños, niñas y jóvenes de la sociedad para potenciar al máximo sus oportunidades de vida.”

            En segundo lugar, las organizaciones definen claramente sus objetivos. Estos son muy útiles porque precisan lo que la organización quiere lograr. Siguiendo el ejemplo, para una Secretaría de Educación los objetivos pueden ser: alcanzar 95% de cobertura escolar (porcentaje de niños, niñas y jóvenes asistiendo a las escuelas) y  lograr que 65% de colegios sean clasificados excelentes o buenos por parte del Ministerio del Educación. 

            Seguidamente, se deben definir las estrategias que van a contribuir al logro de los objetivos. Para una Secretaría de Educación estas estrategias pueden ser:  implementación de un programa de capacitación para docentes, dotación de computadores con conectividad para las escuelas, renovación de los modelos pedagógicos, adecuación de las instalaciones escolares, actualización de textos y útiles, y sensibilización a los padres de familia sobre la importancia de la educación para sus hijos. Todas las estrategias deben estar dirigidas al logro de objetivos, en este caso cobertura y calidad.

            Una vez la misión, los objetivos y las estrategias se hayan establecido, se deben determinar unos indicadores de gestión. Estos indicadores se utilizan para medir los avances y deben estar alineados con las estrategias. Por ejemplo, los indicadores de en una Secretaría de Educación pueden incluir el número de horas de entrenamiento a profesores, el número de alumnos por computador  – entre mas bajo mejor –, la cantidad de niños y niñas no escolarizados vinculados al sistema educativo en el último período, el porcentaje de deserción escolar y la calificación promedio de los estudiantes en los exámenes nacionales. Se trata de entender lo que está funcionando y lo que está fallando, y re dirigir los esfuerzos cuando sea necesario. Los indicadores también son útiles para celebrar los logros con el equipo y reconocer el trabajo de los equipos de buen desempeño.

            Los líderes deben estar muy vigilantes a las consecuencias negativas (no intencionales) que se pudieran presentar. Por ejemplo, si la meta es lograr un computador para cada veinte niños, puede ser que se terminen proporcionando computadores para cumplir la meta pero que estos no tengan los programas o el software que los niños requieran. No se trata de encontrar el indicador perfecto porque todos los indicadores pueden tener consecuencias negativas, sino estar atentos  para ajustarlos de acuerdo a las necesidades. En este caso, la solución sería cambiar la meta para que esta sea ‘un computador con el software adecuado para cada veinte niños’.

            La buena administración pública tiene que ver más con transparencia y voluntad política que con complejas teorías gerenciales. En estos tiempos de Internet y globalización, las herramientas y la tecnología para hacer un buen trabajo están disponibles. Nuestros servidores públicos están obligados a demostrar profesionalismo e idoneidad para administrar bien, y para rendirle cuentas pública y periódicamente a todos los ciudadanos.

            No hacerlo sería incurrir en corrupción intelectual.