“El problema no está en las
nuevas ideas,
sino en las viejas que se
ramifican por todos
los rincones de nuestro cerebro.”
J.M. Keynes
La medición más importante de la
salud de una economía es el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB)[1].
Eso es lo que nos inculcaron por décadas. La curva de Kuznets[2]
dominó el pensamiento económico durante la segunda mitad del siglo XX. Por eso,
trimestre tras trimestre los gobiernos, el Fondo Monetario, las organizaciones
multilaterales, los inversionistas y los analistas esperan con ansiedad el dato
de crecimiento del PIB. Cuando este crece, los gobiernos reciben aplausos y
cuando cae, los gobiernos reciben críticas.
La idea de medir el avance de una
sociedad en términos de su crecimiento económico siempre ha tenido
contradictores en la academia, pero cada vez más personas comunes se preguntan:
¿Crecimiento de qué? ¿Para quién? ¿Qué costos tiene? ¿Quién lo paga? ¿Cuánto es
suficiente?
La realidad es que el excesivo énfasis en crecimiento es responsable de la
extinción del 50% de los mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces sobre la
tierra. La economía sigue ejerciendo presión negativa sobre los bosques
naturales, sobre el crecimiento de dióxido de carbono en la atmósfera y sobre
los ecosistemas acuáticos. Por su lado, la realidad social solo mejora
marginalmente. Hoy en día, una de cada siete personas en el mundo está desnutrida,
una de cada seis no tiene acceso a energía eléctrica, una de cada cinco vive
con menos de $1.25 dólares al día, y uno de cada 8 jóvenes no puede conseguir
empleo. Estos indicadores demuestran lo profundamente desigual e insostenible
que es el camino actual al desarrollo[3].
¿Será el momento de re pensar nuestro modelo económico?
Es exactamente lo que sugiere Kate
Raworth[4],
la autora del extraordinario libro Doughnut
Economics. En su libro, la Dra.
Raworth propone la colocación de límites dentro de los cuales la economía
global debe operar. Estos límites incluyen niveles máximos de contaminación del
aire, degradación de la capa de ozono, acidificación de los océanos, y afectación
a la biodiversidad, entre otros.
Además de límites máximos de degradación ambiental, la Dra. Raworth establece
bases sociales mínimas. Así como hay un
techo ambiental para la utilización de recursos, hay un piso mínimo de
privaciones humanas. Son once condiciones mínimas a garantizar para el ser
humano incluyendo nutrición, salud, agua, educación, trabajo, habitabilidad,
energía y voz política. Entre el piso social y el techo ambiental está el donut, el espacio seguro y justo para la
humanidad.
Bajo este marco, el concepto del desarrollo económico cambia radicalmente.
De acuerdo a Raworth las políticas públicas deben cambiar para empezar a incluir
en sus mediciones los bienes y servicios que se proveen fuera de la economía
monetaria, como la economía del cuidado, por ejemplo. La creación de riqueza
debe medirse no solo en términos de riqueza financiera, sino humana, social,
natural y ambiental. Además, es primordial analizar la distribución de esta
riqueza, más que al promedio o a los valores agregados de la misma. Se trata de
cambios grandes e importantes en el corazón de la política pública. Es un nuevo
paradigma.
No resulta nada fácil introducir estas ideas en Colombia y Latinoamérica,
donde tradicionalmente hemos visto el crecimiento de la economía como la
solución a todos nuestros problemas. Seguimos sumergidos y polarizados en el
estéril debate entre Estado y Mercado, cuando lo que necesitamos es cambiar el
chip, es decir, introducir un concepto más mucho amplio del desarrollo que
incluya equidad social y sostenibilidad ambiental.
De seguir adictos al crecimiento del PIB como la meta máxima del desarrollo
continuaremos destruyendo el irreemplazable planeta y ampliando las brechas
sociales.
El libro Doughnut Economics de
Kate Raworth nos invita a cambiar el chip y pensar como economistas del siglo
XXI.
[1] Es el total de bienes y servicios producidos en un país durante un período
de tiempo determinado.
[2] La curva de
Kuznets es
una representación gráfica de una hipótesis planteada por Simón Kuznets consistente
en que a medida que se van desarrollando los países el ingreso se concentra y
la distribución del ingreso empeora. Luego, con el crecimiento económico dicha
desigualdad se nivela.
[3] https://www.humansandnature.org/economy-kate-raworth Raworth, Kate, Doughnut
Economics, Chelsea Green Publishing, 2017.
[4] [4]Kate
Raworth es investigadora en Oxfam en Gran Bretaña enfocada en re pensar el
desarrollo económico global, límites planetarios, inequidad social, y nuevas
mediciones sobre el desarrollo.
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