miércoles, 30 de septiembre de 2009

Burro Cabezas

Factores Extra Escolares:

La Historia de Burro Cabezas

Cuenta el destacado escritor David Sánchez Juliao en su fábula “Orejas Largas”, que hubo un burro llamado Burro Cabezas, quien se puso a pensar un día en si debía ir o no a la escuela, y entonces se dijo: "Si voy a la escuela, la maestra me va a enseñar a razonar y a pensar correctamente, ¿y cuándo se ha visto que un burro razone y piense correctamente? ¡No voy!"

El cuento nos invita a reflexionar sobre el extraño comportamiento de Burro Cabezas. Será Burro Cabezas un joven rebelde y perturbador? Porqué Burro Cabezas se resiste a aprender? Porqué manifiesta este personaje sentimientos de inferioridad?

Si profundizamos un poco más, la fábula nos lleva a preguntarnos: Será nuestra condición de subdesarrollo un estado natural que nos seguirá acompañando por siempre? Será que nuestro destino es la pobreza? Será que nunca saldremos del atraso? Será que Sánchez Juliao insinúa que Burro Cabezas simboliza la confundida sociedad Colombiana que se resiste al progreso?

Solemos escuchar que la solución a los problemas del país está en las escuelas, porque es allí donde se forman nuestros niños y jóvenes. Ciertamente, la calidad de la educación formal es fundamental para el desarrollo. Pero se nos olvida que es fuera de la escuela donde Burro Cabezas toma la decisión de decir “no voy”.

Burro Cabezas no es un joven despreciable, bruto y rebelde; es una víctima de las condiciones bajo las cuales le ha tocado vivir. Cuando estaba en el vientre de su madre, esta se alimentó mal y quizá consumió cigarrillo y alcohol. Durante sus años de vida, Burro Cabezas no ha tenido un apropiado cuidado medico y dental; su alimentación ha sido escasa y mal balanceada. En su seno familiar ha vivido violencia; el hogar donde creció no fue propicio para su desarrollo emocional y afectivo.

Los factores anteriores son extra escolares y tienen origen en la pobreza. El desarrollo físico y psicológico de los niños y niñas se da fuera de las escuelas. Desafortunadamente, en Colombia ofrecemos muy poco a nuestros niños, niñas y jóvenes en jornadas alternas. El gobierno nacional no ofrece asistencia formal para programas vacacionales o extra escolares. Los gobiernos locales, por lo general, no cuentan con recursos para apoyar estos esfuerzos.

La mayoría de los colegios en Colombia trabajan en doble jornada: los niños asisten a la escuela entre cinco y seis horas diarias de lunes a viernes, unos en las mañanas y otros en las tardes. La ley establece únicamente 1.000 horas efectivas anuales en primaria y 1.200 en básica secundaria y media. En consecuencia, los niños y jóvenes tienen mucho tiempo libre. Asociados con el tiempo libre, aparecen riesgos de alcoholismo, drogadicción, actividades sexuales prematuras, embarazos no deseados, así como pandillismo y otras manifestaciones de violencia.

Se hace necesario diseñar e implementar políticas públicas para reducir los factores extra escolares negativos. Los gobiernos locales deben realizar mayores esfuerzos para proveer alimentación balanceada, servicios de salud y apoyo emocional para los niños más pobres. También se deben implementar programas dirigidos a ocupar el tiempo libre y reducir las posibilidades de violencia juvenil. Es indispensable promover valores como tolerancia, solidaridad y respeto, pilares para la convivencia pacífica. La música, la danza, el deporte y el arte en sus diferentes manifestaciones constituyen vehículos extraordinarios para cambio social. Estos programas son esenciales para evitar la deserción escolar y asegurar un buen rendimiento académico.

Si atendemos las necesidades extra escolares de nuestros niños y jóvenes, ellos querrán ir a la escuela a aprender. Debemos mejorarle la auto estima a Burro Cabezas y ayudar a todos nuestros jóvenes a mantener vivos sus sueños. Si mueren sus ilusiones, muere con ellas el futuro de nuestra sociedad.

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