domingo, 14 de septiembre de 2008

Democracia Delegada

Democracia Delegada 

            El Presidente Alvaro Uribe y algunos de sus Ministros han criticado duramente a la Junta Directiva del Banco de la República por considerar muy elevadas las tasas de intervención. El Presidente Uribe ha dicho que la Junta del Banco Central debe escuchar mas al pueblo Colombiano, el cual reclama una reducción de intereses. El Ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, argumenta que la inflación actual es producto de factores externos liderado por las alzas en combustibles y alimentos, y ante esto, la política monetaria restrictiva no es efectiva. Por su parte, el Ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata, ha señalado que las altas tasas inciden en la apreciación del peso colombiano, poniendo en riesgo al sector productivo Colombiano.

            El Banco de la República no ha cedido ante estas presiones y ha hecho sentir su independencia. José Darío Uribe, Gerente del Emisor, ha dicho que una reducción de tasas en estos momentos enviaría un mensaje de despreocupación ante la inflación y podría ocasionar un aumento desmedido en los precios. El destacado dirigente ha señalado que la inflación tiene un impacto negativo sobre el crecimiento – cuando suben los precios los consumidores dejan de adquirir bienes y servicios afectando de esta manera el aparato productivo y el empleo. Por esto, cuando se presentan síntomas inflacionarios se espera que el Banco de la República tome medidas restrictivas para cumplir con su misión de garantizar la estabilidad de precios.

            Sin embargo, en momentos como los actuales en que se presenta desaceleración de la actividad económica e inflación de manera simultánea, la misión del Emisor se dificulta. El Presidente, los Ministros, los gremios y el público en general, se inclinan por defender el ritmo de crecimiento y proteger el empleo. Los técnicos, por el contrario, generalmente optan por atacar la inflación, en sacrificio del empleo.

            Un banco central independiente nace de la necesidad de mitigar los efectos que los intereses políticos y económicos del momento tienen en el bienestar de la población en el largo plazo. La soberanía monetaria ayuda a suavizar los ciclos económicos . Cuando existe un órgano independiente como el Banco de la República encargado de las decisiones monetarias, estas no se toman por presiones políticas, se toman pensando en la prosperidad de la nación a futuro.

            Es importante que el Banco de la República esté aislado de la política por varias razones. En primer lugar, la determinación de tasas de intervención debe estar en manos de especialistas porque es un tema técnico. En segundo lugar, los efectos de la política monetaria no se ven inmediatamente; por eso, se requiere paciencia, aplicación y firmeza en la ejecución. Finalmente, el sufrimiento de combatir la inflación viene mucho antes de sus beneficios. Claramente, una política adecuada de tasas de interés no debe diseñarse en un ambiente donde brotan consideraciones corto placistas.

            Escuchar al pueblo Colombiano sobre las altas tasas de interés le implicaría al Banco Central ser mas democrático en sus decisiones. En este caso, sin embargo, la democracia pura sería inferior a la democracia delegada. Las opiniones del pueblo suelen estar basadas en sus necesidades de corto plazo. Las políticas diseñadas en el Palacio corren el riesgo de venir contaminadas por presiones políticas. En cambio, el diseño de políticas por parte de un cuerpo técnico independiente emana de un patriotismo y una justicia libre donde prima el bienestar de la nación.

            Por esto, nos corresponde defender al Banco de la República de sus detractores. Debemos abrazar el espíritu de las agencias independientes. La democracia delegada conduce a buen gobierno.

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